Han pasado dos semanas desde que se lanzó a la venta la nueva consola casera portátil de Nintendo, y una semana desde que la tengo personalmente.

Ha sido una experiencia excepcional. Ningún problema con los Joy-con ni con la consola en sí, de hecho el único detalle que he notado es que a veces si pones el modo Sleep al estar en el dock crashea y aparece el mensaje de que un error ha ocurrido, y hay que reiniciarlo. Aunque solo me ha pasado dos veces y es un simple error de software que será solucionado en futuras actualizaciones.

The Legend of Zelda: Breath of the Wild ha sido una experiencia fantástica y aún sin explorar la mayoría del juego se ha vuelto mi favorito de toda la historia (anterior: Xenoblade Chronicles), pero curiosamente, cuando demuestro el Switch a alguien más raramente es con Zelda.

En esta semana he jugado con el Switch en más lugares de los que alguna vez llevé el 3DS, pero no solo yo, también un primo, un tío, un compañero de curso, un profesor, y hasta un tipo aleatorio en el bus.

Y en todos los casos es lo mismo: la reacción de la gente al probarlo siempre es «wow», ya sea porque saben que acaba de salir o porque no tienen ni idea qué es pero se ve muy bueno.

Lo mejor de este sistema es que además de ser portátil es una máquina multijugador con dos controles listos para usar en todo momento. Poniéndola en modo tabletop y jugando un poco de Fast RMX es una de las maneras que he visto que la gente ha disfrutado más de usarla, y rematar con un poco de Snipperclips.

No es la potencia, ni que sea híbrida, sino que ofrece una experiencia multijugador donde vayas. Y si puede lograrlo de manera tan efectiva con solo los juegos de lanzamiento, no me imagino cómo será en el futuro (Mario Kart 8 Deluxe será una locura). Esto es algo que nunca fue posible en anteriores sistemas portátiles de Nintendo y es gracias a esto, que puedes demostrar el sistema jugando con otra persona en lugar de que te tengan que estar viendo a ti, lo que verdaderamente hace que los demás digan…

En este punto volver a 3DS sería algo inimaginable (aunque probablemente tendré que hacerlo para alguno que otro juego de Pokémon por ahora) siendo el hardware de Switch superior en todos los aspectos.

Recientemente anunciaron que producirían 16 millones de unidades para el siguiente año fiscal (Wii U solo vendió 14 millones durante toda su vida), por lo que definitivamente el futuro de la consola se ve muy prometedor. Y sin mencionar los juegos que se vienen.

Aunque es cierto que por el momento, especialmente si Zelda no te llama la atención, no hay muchos juegos para justificar la gran inversión en la consola, muy probablemente en navidad habrán bundles que abaratarán el precio de la misma. De hecho, yo recomendaría a la mayoría que se esperen a fin de año cuando ya tengamos un buen catálogo y no hayan problemas de disponibilidad. Eso sí: esto es un producto que todos van a querer tener, tarde o temprano.

Estamos ante un nuevo Nintendo, y Switch es la demostración de eso. Se siente muy diferente a las consolas anteriores de la compañía, pero de alguna manera logra igual o más diversión e impacto que lo que el Wii causó en su momento.

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