Hallo!
Ya hemos dejado atrás a los carismáticos Líderes de Gimnasio y a las enigmáticas Chicas Kimono, y hoy nos ponemos manos a la obra con los temerosos Domadragones, una de las clases más populares de la saga Pokémon.
La primera mención de los Domadragones la tuvimos en la segunda generación, pero no es hasta Rubí y Zafiro cuándo hemos tenido la oportunidad de enfrentarnos por primera vez a esta clase tan especial. ¿Os parece que empecemos el análisis con la parte etimológica?
Etimología y comportamiento
La primera particularidad de los Domadragones la tenemos en el mismo título. ¿No sería un domadragones cualquiera que tenga a un pokémon de tipo dragón en su equipo? En teoría, sí, pero para ser domadragones no basta simplemente con eso. Hay una serie de características especiales que los diferencian de los demás entrenadores, empezando por la implicación de que no ‘entrenan’ a sus Pokémon; los doman.
No se forma el mismo lazo entre el Pokémon y su entrenador cuándo es un domadragones. Se puede intuir por el número de Pokémon que suelen llevar en su equipo que prefieren centrarse en dominar muy bien a uno o dos Pokémon que cuidar a un equipo completo de seis. En los juegos, por lo general, los Domadragones que nos encontramos tienen tan sólo a un Pokémon consigo, o como mucho a dos (en algunas de las revanchas pueden llevar tres Pokémon, pero nunca, en ninguna ocasión, más que eso).
Otro de los aspectos curiosos de los Domadragones es la repartición de territorios. Por lo general, en los juegos, las clases de entrenadores se suelen ‘aglomerar’ en una determinada zona que se relacione un poco con su tipo, es decir, en el mar nos encontraremos con nadadores, en las cumbres nevadas hay esquiadores, etc. Los domadragones parecen seguir un patrón diferente: No se concentran en zonas determinadas, sino que se adentran hasta lo más profundo, por lo general, dónde están los Pokémon más fuertes. Es frecuente encontrárselos en lo más profundo de algunas cuevas o montañas, o en lugares inhóspitos, a menudo aislados de los demás entrenadores.
Para el perfecionismo, soledad
El carácter solitario de los domadragones es uno de los puntos que más nos llama la atención. Rara vez aparecen acompañados, y en ninguno de los juegos de toda la saga vemos a dos Domadragones juntos. Suelen elegir lugares alejados de los demás entrenadores y de otros domadragones, con frecuencia rodeados de Pokémon poderosos, para realizar su entrenamiento.
Hay un detalle muy interesante dentro de la programación de los domadragones dentro del juego, y es que aunque usen muy pocos Pokémon, parecen cubrirse las debilidades de todas las maneras posibles. Los Pokémon Dragón, aunque muy poderosos, tienen debilidad a los ataques de tipo Hielo, Dragón, y Hada. Es frecuente que entre los cuatro ataques del que disponga el Pokémon de un domadragones, por lo menos dos seas muy eficaces contra esos tipos, anulando así parte de la desventaja que pudieran tener. Esto último también puede ser uno de los motivos por los que se aislen de los demás Domadragones: Un dragón siempre será muy eficaz contra otro de su especie. Otro de los motivos de ese aislamiento puede ser el individualismo llevado a un extremo. Como exploraremos más adelante, muchos de los domadragones parecen desear llegar a los más alto posible en sus carreras, puesto que pertenece (o ha pertenecido) al Campeón de Johto y Kanto, Lance. Para ello, evitan los combates en equipo, los objetos, y cualquier otra cosa que pueda proporcionarles una ventaja injusta. Su objetivo es llegar a ser completamente funcionales e independientes sin necesitar ayuda de fuerzas externas, recurriendo tan sólo a su equipo Pokémon.
Parte de ese ideal se filtra al propio equipo. El hecho de que no intenten balancear sus debilidades con otros Pokémon ocupando papeles diferentes en el equipo y prefieran que un sólo miembro sea capaz de defenderse ante diferentes tipos de adversarios, también denota que creen que cada Pokémon lucha de una manera única y debe hacerlo sólo, sin apoyo de sus compañeros. En la propria inteligencia artificial del juego tenemos algunas evidencias de ello. Algunas de las clases más avanzadas, como los Domadragones y los Entrenadores Guay, están programadas a pensar de manera más inteligente, usando objetos, cambiando Pokémon para evitar combates directos poco eficaces, utilizando movimientos de potenciar características, como Danza Espada (Sword Dance) o Agilidad (Agility). Eso lo podemos observar claramente enfrentándonos a un Entrenador Guay. Si en su equipo tiene un Pokémon que se adapte mejor al combate, es altamente probable que haga un cambio. Si su vida está baja, usará un objeto. Si ese Pokémon necesita ser más rápido para funcionar mejor, usará un movimiento que potencie esa característica, y etc. Los Domadragones, aunque se encuentren en el mismo umbral de dificultad, jamás cambian un Pokémon por otro, aunque el otro miembro de su equipo sea mucho más apto para ese combate en específico que el que tengan en campo ahora.
Líderes y secretismo
Ese aura de misterio está muy merecida. Los Domadragones parecen tener un origen común, en una especie de clan o secta basado en la adoración a los dragones. En Ciudad Endrino (Blackthorn City en inglés, y Ciudad Espina Negra en la versión latina), se encuentra la sede del ‘clan de los domadragones’, al igual que la Guarida Dragón. Hay todo un secretismo rodeando a la guarida, de manera que se considera extremadamente ofensivo que alguien (sea humano o no) que no forma parte del círculo entre ahí. En el manga Pokémon Adventures, incluso, en uno de los capítulos la líder del gimnasio local, Debora (Clair) se enfrenta a Suicune aquí, y menciona que tan sólo los Pokémon que pertenezcan al lugar o vengan acompañados de alguien que lo haga tienen permiso para entrar. Como toda buena secta, esta también tiene sus figuras principales. En este caso, hay dos hombres que acaparan todo el protagonismo: Lance, y el anciano de la guarida dragón.
El Anciano -que no tiene nombre, así que simplemente lo llamaremos así- es el líder oficial del clan y su palabra es la ley. En los juegos basados en la región de Johto, aunque derrotes a Debora y seas digno merecedor de la octava medalla de gimnasio, no la recibes hasta que no superas un test de carácter impuesto por el anciano, que además te entregará un Dratini, Pokémon bastante poco común, y con movimientos hasta entonces imposibles de conseguir en un Dratini. Podemos suponer que ese test debe ser superado por todos los Domadragones, para asegurarse de que un poder tan grande como el de los dragones no caiga en las manos equivocadas. Y parece que el método funciona: Todos los domadragones que nos encontramos en todos los juegos de la saga parecen personas serias y en ocasiones hasta obcecadas con ser más poderosos, pero en ningún momento denotan maldad alguna.
La otra figura importante es el conocido y alabado Campeón de la Liga Pokémon de Kanto y Johto, Lance. Es difícil decidir cuál es la causa principal de la adoración de Lance: Puede ser porque los Domadragones son entrenadores que siempre respetan a los más fuertes (otro dato curioso es ninguno de los domadragones que nos enfrentamos se queja o lloriquea por perder. Aceptan la derrota de manera digna y honrada). Puede ser que respeten su posición como Campeón, uno de los cargos más elevados que puede alcanzar un entrenador. Puede que tenga que ver con el carácter de Lance y su carisma, o puede que sea porque será con toda seguridad el próximo líder del clan, cuándo el Anciano ya no siga vivo. Sea cual sea el caso, la influencia de Lance alcanza niveles altísimos, llegando al punto de influenciar hasta el peinado y las vestimentas que llevan la mayoría de domadragones, claramente inspirada en los colores y patrones de la ropa de Lance: Botas altas, capa, collar, cinturón ancho… Todo con colores similares.
Y para terminar, ¡machismo!
Vale, puede que falten pruebas como para acusar a los Domadragones de machistas, pero es un dato un poco extraño. Al principio de la saga, algunas clases de entrenadores eran representadas por hombres, y otras por mujeres. Con el paso del tiempo, muchas fueron adaptándose y ahora tenemos versiones masculinas y femeninas de clases que en principio, parecían destinadas a un sólo género. Y sino, fijaros en la versión femenina del Karateka. Pero con algunas de ellas, no ha sido así. Al igual que las Chicas Kimono han permanecido siendo un grupo exclusivamente femenino, en los Domadragones sólo tenemos a una representante mujer, Debora, la última líder de gimnasio de Johto. Y aún así, no es muy respetada dentro de la propia comunidad y vive a la sombra de su -si no me equivoco- primo, el Campeón.
Pero es curioso: En los remakes, se suele aprovechar la oportunidad para rediseñar a los personajes, actualizar su aspecto y mejorar su ambientación. Se les da más profundidad, ya que en las versiones de Kanto y Johto no había espacio para muchas de las funciones que tenemos en los juegos hoy en día. Y una de las alteraciones que suelen sufrir es la adaptación a diferentes géneros. Es raro que los Domadragones no hayan pasado pero el mismo cambio que han pasado varias otras clases, teniendo en cuenta que han sido rediseñados hace tan sólo 5 años, con el lanzamiento de HeartGold y SoulSilver.
¡Y esto es todo! Quería agradecer a todos los que habéis leído y comentado los dos anteriores artículos, y en especial a todos los que habéis debatido y ayudado a sacar fallos y mejorar las teorías. En especial, quiero dar las gracias a la lectora de Centro Pokémon @Arcadhia, que es muy fan de los Domadragones y me ha dedicado la imagen de Debora que he utilizado en este artículo : D
La semana que viene dejamos de lado a los modelos ejemplares que suponen las Chicas Kimono o los estrictos Domadragones, y vamos al extremo opuesto. Visitaremos lo más bajo y peligroso de las clases de entrenadores en una edición especial que cubrirá dos clases: Chicos Malos y Macarras (Punk Guy / Street Thug).
¡Hasta el próximo jueves!